LA INDUSTRIA 4.0: una oportunidad de desarrolo individual y colectivo.
Por Marcela Caro Sandoval
En los últimos años se ha venido consolidando el concepto de Industria 4.0 como una nueva revolución industrial, que invita a ser una sociedad mas conectada. Esta revolución es la evolución del Internet no solo como servicio sino en su aplicabilidad y trae consigo la adaptación de tecnologías de información y comunicación a diferentes procesos de la vida empresarial, comercial y personal con el propósito de hacerlos más eficientes y generar mejores experiencias. La transición hacia estos nuevos estilos de vida o formas de hacer las cosas generan grandes expectativas y a su vez incertidumbres, en algunos casos, temor. Transformar ese temor en oportunidad, es un reto como individuo y como sociedad.
Industria 4.0 es un término propuesto por el gobierno alemán, con el respaldo de grandes industrias y el centro de investigación alemán para la inteligencia artificial, descrito en el documento oficial Recomendations for implementing the strategic iniciative Industrie 4.0, a cargo de ACATECH (Academia Nacional de Ciencia e Ingeniería de Alemania) y presentado al mundo en el año 2013 en el marco de la Feria Tecnológica de Hannover -Messe. Para el año 2016 en el Foro de Davos, el principal evento anual del Foro Económico Mundial se anunció oficialmente y se consolido el despliegue de la “Cuarta Revolución Industrial” siendo este el tema central del evento. Las siguientes ediciones de este evento mundial, años 2017 (Liderazgo receptivo y responsable) y 2018 (Creando un futuro compartido en un mundo fracturado); han incluido entre sus conclusiones iniciativas relacionadas con la cuarta revolución industrial.
La cuarta revolución industrial ha seguido a los procesos históricos constituidos por las revoluciones anteriores. La primera marcó el proceso de la producción manual a la mecanizada entre 1760 y 1830 gracias a novedades como el motor de vapor. La segunda alrededor de 1850 trajo la electricidad que a vez permitió la fabricación masiva de productos con el soporte del teléfono y de la radio. La tercera revolución se produjo con la llegada de la electrónica y las tecnologías de la De la información y las comunicaciones, consiguiendo la automatización de la fabricación, así como el consumo masivo de la información por los usuarios a nivel personal y en la empresa, por la aparición del computador personal PC creado por IBM y presentado en 1981. Está tercera revolución en la que vivimos actualmente y qué está dando paso a la cuarta revolución industrial que apenas estamos comenzando a vivir. (Aguilar, 2017)
Según (Barros Losada, 2017) “la Industria 4.0 es la estrategia que define la digitalización y revolución de la producción y la fabricación de manera que se integran en ellas las tecnologías más avanzadas permitiendo flexibilizar la producción y reducir los costes en la fabricación.” Las tecnologías basadas en internet se están fusionando con procesos industriales clásicos para formar los llamados sistemas ciber-físicos y actualmente se identifican tecnologías que se apoyan en el poder de lo digital identificadas como megatendencias y agrupadas en tres núcleos: físicas (de naturaleza tangible) como los vehículos autónomos, la impresión 3D, la robótica avanzada y los nuevos materiales; digitales como IdC Internet de las Cosas, Blockchain, aplicaciones colaborativas y biológicas.
Como consecuencia de estas megatendencias se desarrollan tecnologías disruptivas que compiten en los mercados con productos o servicios que por lo general cambian agresivamente la forma habitual de hacer las cosas y que en principio están dirigidas a usuarios de menor poder adquisitivo y con el tiempo van generando reconocimiento debido a su accesibilidad. Las tecnologías disruptivas pilares de la industria 4.0 son los robots autónomos, la simulación, los sistemas de integración, el internet industrial de las cosas, la ciberseguridad, la computación en la nube, la fabricación aditiva, la realidad aumentada, el Big Data, tecnologías ponibles, entre otras.
Toda esta caracterización de movimientos y estrategias industriales, así como la implementación gradual y difusión de las tecnologías está generando cambios en la sociedad, en la industria y en el individuo. Se gestan diversas posturas, unos se enfocan en el avance que supone para la industria, la incorporación de diversas tecnologías, algunos se convierten en usuarios de las nuevas propuestas, otros aún observan y no se atreven y finalmente otros cuantos no se ha involucrado. Indudablemente toda esta adopción presume cambios, porque se integra a nuestra cotidianeidad.
En efecto, esta es una “revolución” en muchos sentidos, pero principalmente para las personas. ¿Es considerada como “buena”? trae consigo riesgos? ¿Se considera que la IA – Inteligencia Artificial sustituirá a las personas? el miedo genera estos interrogantes y en ocasiones se frena el avance tecnológico porque no es fácil identificar “las oportunidades”.
Los cambios requieren nuevas exigencias y es ahí donde las posturas personales y organizacionales son precisas para determinar los propósitos a alcanzar. El mundo tendrá un giro importante en las siguientes décadas y ello marcará la forma en que se trabaja, se estudia, se interactúa, se moviliza, se vive. Históricamente ha sido así; todas las revoluciones mencionadas, han generado cambios o crisis, pero en los años en que estas sucedieron, muchos países experimentaron crecimiento económico que por consecuencia produjo prosperidad y avance para todos. La humanidad se encamina hacia las Ciudades Inteligentes, las cuales, de acuerdo con (Aguilar, 2017) son el exponente más claro y notorio de la revolución que entraña la Internet de las Cosas. Las ciudades inteligentes, o al menos las que mayor impacto están produciendo, son aquellas pioneras en el desarrollo y mejora de variables de sostenibilidad y eficiencia energética, movilidad y transporte, atención ciudadana y seguridad o competitividad y economía, que porsupuesto mejoran y cambian la forma de vivir y trabajar de sus ciudadanos. Por consiguiente, esta revolución mejorara la productividad; se constituye en una oportunidad para mejorar la calidad de vida, el bienestar social para todos e igualmente genera grandes retos en todo orden.
La industria implementara paulatinamente tecnología que realice actividades u operaciones rutinarias y seguramente algunos empleos relacionados con las mismas, desaparecerán, pero también darán lugar a trabajar de manera colaborativa con robots, a tomar decisiones basadas en análisis de Big Data; será necesario permitir que esas labores repetitivas y de fuerza sean realizadas por maquinas.
La formación y perfil profesional, los empleos y el desarrollo personal y emocional cambian de perspectiva. “Hasta siete veces va a tener que reciclarse cualquier trabajador durante su vida laboral por el entorno cambiante que se vive en todos los sectores impulsado por la tecnología.” Ésta es la principal conclusión a la que ha llegado un grupo de expertos en formación y recursos humanos de distintas empresas del sector digital. (Economista, 2018). Sin duda, la oportunidad se constituye en fortalecer las habilidades y competencias propias del ser humano: crear, sentir, razonar; esto lo diferencia de las maquinas. Se deben fortalecer las actitudes de curiosidad, de emoción y de percepción. La tecnología se deja al servicio de la sociedad y se obtiene el mayor aprovechamiento de está, permitiendo al ser humano crecimiento personal y mejores experiencias.
Ejemplos de estas mejores soluciones basadas en tecnología y aplicaciones, que se constituyen en un aporte a las operaciones, beneficiando al ser humano y disminuyendo perdida de tiempos son: la Plataforma WONDER, la cual es una solución estandarizada que permite tener la trazabilidad integral en tiempo real de cualquier tipo de envío a nivel bulto, y la comunicación entre todos los eslabones de la cadena de transporte, independientemente de que el envío se esté realizando en redes abiertas o redes cerradas. Esto se consigue gracias a la lectura de un código IUB (identificador único de bulto estándar y normalizado). El IUB permite la utilización concurrente de tecnologías automáticas de identificación y captura de datos y además es legible por el ser humano.
La gestión de la Plataforma WONDER corresponde a CITET, el Centro de Innovación en Logística y Transporte de Mercancías, que, como agencia emisora, es la única entidad que de manera centralizada genera los códigos IUB según las reglas contenidas en la especificación de AENOR EA_0056, y es el único organismo autorizado para generar los códigos y para grabar los datos electrónicos en el soporte RFID. Que los medios automáticos de identificación y de captura de datos utilizados, así como las reglas que regulan la estructura codificada de los identificadores
de objetos, de compactación o de formateado estén regulados por normas internacionales aplicables a esta especificación. (IBM, 2018)
En conclusión, son varias las oportunidades que se derivan de la cuarta revolución industrial: +Nuevas profesiones hacia un nuevo mercado laboral, mas activo y dinámico, empleos de mayor cualificación en menores tiempos y remuneraciones acordes.
+Personalización de experiencias a partir de tecnologías disruptivas
+Empoderamiento de las características únicas del ser humano
+Creación y consolidación de economía colaborativa.
Fuentes consultadas:
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Aguilar, L. J. (2017). Industria 4.0 La cuarta revolución industrial. Bogotá: Alfaomega.
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Barros Losada, T. (2017). Industria 4.0: Aplicaciones e Implicaciones. Sevilla.
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Economista. (2018). La reinvención laboral, clave para la industria 4.0. Factoría 4.0, 26.
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IBM. (2018). Caso práctico: plataforma Wonder. Industria 4.0 La gestión de la cadena de suministro, 52-56.